Se desarrolló en FIQ el tercer Festival de Matemática. En tanto, el sábado, la propuesta se trasladó al Predio UNL- ATE y se sumó una gran barrileteada.
Fueron 1.800 los alumnos de escuelas de la región que visitaron aniMATE y unos 300 participaron de los talleres. Todos ellos más el público que se acercó a la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la UNL el jueves y el viernes, y el sábado llegaron hasta el Predio UNL- ATE, disfrutaron de los ingeniesos juegos pensandos en base a principios matemáticos que son la propuesta del tercer Festival de Matemática de la FIQ.
aniMATE cuenta con los 23 juegos de mesa, 4 gigantojuegos, acertijos, juegos de magia, curiosidades, talleres y mucho más, que fueron acompañados por 150 estudiantes de la FIQ que oficiaron de guías.
Curiosidades
Esta edición de aniMATE contó con nuevas actividades y recorridos que incluyen juegos de estrategia, gigantojuegos, magia, acertijos y talleres que tendrán como escenario el octógono de la FIQ. Durante tres jornadas, aniMATE brindó un espacio integrador y abierto a la comunidad para vivir y disfrutar la matemática desde una perspectiva diferente con el objetivo de incentivar la curiosidad y alentar nuevas vocaciones.
aniMATE es una iniciativa de la Facultad de Ingeniería Química que, en el marco de su Programa de Promoción de la Cultura Científica, con el soporte académico de su Departamento de Matemática y el apoyo del Instituto de Matemática Aplicada del Litoral, promueve la construcción de un espacio inclusivo para la ciencia y la sociedad. En esta ocasión, serán de la partida los alumnos de la Escuela Industrial Superior (FIQ-UNL), que coordinarán el tramo “Curiosidades del número π”.
El Festival fue declarado de interés por la Cámara de Senadores de la Provincia de Santa Fe.
Barriletes en el predio
Las actividades de aniMATE se traladaron al Predio UNL- ATE el sábado. Allí, a la variedad de juegos que cautivaron a gente de todas las edades, desde los 2 años hasta los abuelos que jugaron con sus nietos, se sumó la propuesta de confeccionar y poner a volar barriletes.
Con papel cometa de variados colores y plasticola, chicos y grandes se pusieron manos a la obra y en poco más de media hora tuvieron listos los barriletes.
El viento soplaba con fuerza y ocasionó algunos traspiés, pero tras varios intentos los cometas subieron raudos hasta el cielo que al mediodía del sábado coronaba un sol ardiente.