En los inicios de la Ingeniería Química en Argentina, fue clave la creación de la Asociación Argentina de Ingenieros Químicos (AAIQ) en 1928, precedida por el Centro de Estudiantes de la FQIyA —fundado con solo ocho alumnos— que en 1922 publicó su primera revista.
La carrera de Ingeniería Química inició su dictado con ocho estudiantes: Raúl Aguirre, Guillermo Berraz, Francisco Bertuzzi, Alvise Boni, Marcos Cohan, Virgilio Echagüe, Jacobo Gitlin y Gregorio Maidana.
Parte de este grupo integró luego el Centro de Estudiantes de la FQIyA que, en 1922, solicitaba su reconocimiento oficial y reclamaba la eliminación del examen de ingreso.
Ese mismo año, el Centro de Estudiantes editaba su primera revista con el objetivo de dar cuenta de los avances científicos y tecnológicos en el sector químico e industrial y, en particular, aquellos que incidían
en el desarrollo y progreso de las industrias nacionales.
Buscaba ser un instrumento de información y trabajo para profesionales, industriales y estudiantes en temas de química, física y matemática.
Foto: Estudiantes de la FQIyA. 1928
El Centro de Estudiantes editaba el primer ejemplar de su revista con el fin de socializar los avances científicos y tecnológicos en el sector químico e industrial y, en particular, «de la embrionaria industria argentina». Se propone ser un instrumento de información y trabajo para profesionales, industriales y estudiantes en temas de química, física y matemática.
Tapa de la revista:
Revista N° 1 del Centro de Estudiantes de la FQIyA (octubre-noviembre de 1922)
Índice
Presentación ………………………………………….. La Dirección
La regla del cálculo para químicos………….. J. Babini
El poder de la química……………………………. D. J. Gollán (h)
El método Kjedahl …………………………………. J. König
Una nueva Ley Físico-Química ………………. M. J. Erlich
Propósitos ………………………………………….… V. R. Echagüe
Sección oficial
“Los estudiantes de la Facultad de Química Industrial y Agrícola, estamos convencidos de que para ser dignos de la profesión que habremos de desempeñar próximamente en la nueva vida, tenemos que trabajar asidua y esforzadamente, con mucha fe y entusiasmo, en las aulas y laboratorios para adquirir así, una preparación teórico-práctica de valor suficiente para abordar de inmediato problemas planteados hoy por la embrionaria industria argentina. Por eso reputábamos necesario organizar nuestra Revista”.
Un grupo de recientes graduados de la Facultad crearon el Centro de Ingenieros Químicos, iniciativa inédita en la época ya que en el mundo solo existían dos experiencias similares: el Instituto Americano de Ingenieros Químicos (1908) y la Institución Británica de Ingenieros Químicos (1922).
Este Centro se transformaría luego en la AAIQ con lugar de funcionamiento en la Facultad hasta que, en 1960, con la concesión de la personería jurídica se fijó su sede legal en Buenos Aires.
Foto: Sesión de comunicaciones de la Asociación Química Argentina realizada en el Museo Tecnológico. FQIyA, 1936.