Cada 100 abogados se reciben 31 ingenieros
Los últimos datos oficiales indican que en 2014 hubo 8.040 graduados en estas carreras. Según estimaciones del Consejo Federal de Decanos de Ingeniería, la Argentina necesitaría casi duplicar esta cifra para llegar al menos a un ingeniero cada 4.000 habitantes, la meta definida por el Plan Estratégico lanzado por el gobierno anterior para fomentar la profesión. En países desarrollados como Alemania y Francia se gradúa un nuevo ingeniero cada 2000 o 2500 habitantes. Brasil, Chile y otros países latinoamericanos también tienen cifras más altas que la Argentina.
“El país pierde oportunidades de desarrollo por no tener suficientes ingenieros. Este déficit nos deja relegados en áreas estratégicas como el software, las energías alternativas o los desafíos de infraestructura”, plantea Guillermo Oliveto, decano de la sede porteña de la Universidad Tecnológica Nacional. Oliveto sostiene que el problema es de vocación y de formación: “Por un lado, la ingeniería tiene mal marketing entre los jóvenes, hay una percepción de que son carreras difíciles. Por el otro, en la secundaria hay un déficit de formación en matemática, física y química”. Estudios internacionales también advierten que la falta de ingenieros lesiona la productividad y la competitividad de un país.